Los padres de Carmo abrieron un negocio familiar de comida y cafetería, trayendo consigo recetas de familia transmitidas de generación en generación. En 1998, siendo todavía una adolescente, Carmo se enamoró de la cocina y decidió dedicarse activamente a ella, aprendiendo el arte de preparar los platos con mimo y respetando la tradición familiar.
El trabajo duro, siempre en busca de la calidad y el sabor, marcó la trayectoria del negocio. El equipo trabajó día y noche para garantizar lo mejor a los clientes, manteniendo la esencia de las recetas que se han convertido en marca registrada. A lo largo de los años, Carmo ha seguido el legado de sus padres, preservando las tradiciones, pero también mejorándose continuamente.
Hoy, con más de 20 años de experiencia, su CV incluye estancias en tres países, sumergiéndose en diferentes culturas gastronómicas de la alta cocina. Nuestra diferencia nos ha llevado a conquistar una audiencia distinta, que va desde el anonimato hasta la celebridad y desde el privado hasta el comercial. Siempre comprometido con honrar la historia de su familia, Carmo continúa explorando nuevas combinaciones y sabores que enriquecen la experiencia gastronómica.
Nuestro compromiso es seguir ofreciendo platos con la misma pasión y mimo de siempre, respetando la tradición, pero también innovando y creando un auténtico sabor de nuestra cultura. Seguiremos manteniendo nuestra esencia, entregando calidad y excelencia en cada detalle.